UN POCO DE MAGIA, MUCHA ACTITUD

Un poco de magia, mucha actitud

Un poco de magia, mucha actitud

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Lo glamoroso usualmente nos remite a personas brillantes, gafas gigantes y carros que desafían semáforos. Más allá de lentejuelas y apariencias, hay detalles que los hacen brillar como LED en pleno apagón. Para empezar, hablemos del estilo. Aquí no se copian tendencias, se convierten en ceremonias personales. Un día puede que uses un pañuelo con estampado de sandía, y al siguiente, todo el mundo estará buscando el mismo en AliExpress. ¿Coincidencia? No, más bien glamourosa influencia. El siguiente punto esencial: la manera en que usan el cuerpo. Si has notado a alguien que avanza por la calle como si estuviera en Fashion Week bajo tormenta, posiblemente hayas conocido a uno. La forma en que caminan tiene algo que hipnotiza, como si el viento fuera pareja de baile pero el peinado permaneciera intacto (en serio, quiero esa laca).


Tazas elegantes, amantes temporales y confidencias frente al espejo


Y ojo, que ser glamoroso no es lo mismo que tener dinero. Algunos apenas tienen para el café, pero logran que un sweater desgastado y un pañuelo vintage parezcan alta costura. Este tipo de personas no solo lucen bien por fuera: tienen chispa por dentro. Suelen poseer opiniones potentes, gustos sofisticados o al menos curiosos, y una habilidad sobrenatural para esquivar diálogos monótonos. Si te atreves a contarles algo sin chispa, te devolverán una ceja levantada que puede tumbar tu autoestima en segundos.

En la vida de alguien glamoroso, cada detalle tiene narrativa. Ya sea un sombrero con historia europea, un esmalte que lloró rupturas o un perfume hechicero que huele a canela y preguntas sin respuesta. Lo interesante es que muchas veces, sus vidas parecen sacadas de un guion no revisado. Cargan amistades épicas, maletas improvisadas y anécdotas que nacen de errores convertidos en chistes. Hay algo casi poético en la forma en que enfrentan el caos. ¿Llegaron tarde? Avanzan como si eso estuviera en el guion divino. ¿Terminan en el piso? Se alzan como divas y dicen: “el concreto quería un poco de glamour”. Y claro, sus rincones también tienen su propio encanto peculiar. Tienen una lámpara antigua que no alumbra nada, pero da toda la estética. Entre sus adornos hay libros cuya función es verse leídos, no estarlo.En su baño flota putas bogotá lindas un aroma constante a lavanda, y los espejos siempre devuelven autoestima… salvo los lunes. Los romances suelen durar poco, pero arden como si fueran el capítulo final de una telenovela. Las rupturas se lloran con copa en mano, pañuelo de seda y una lista de reproducción que haría llorar a Spotify.

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